martes, noviembre 08, 2005

Jóvenes promesas.

Es uno de los tópicos favoritos de cualquier locutor deportivo sin imaginación. Plano de segundón en chándal comiendo pipas en el banquillo y el periodista compungido, comenta: "Mala suerte en la carrera de Fulánez: pese a brillar como joven promesa en las categorías inferiores nunca ha conseguido un puesto en el primer equipo" Para cuando se hacen estos comentarios el pelotero de turno le saca cinco años a la mitad del equipo titular. Y el capitán Achab se pregunta: ¿hasta qué edad se puede seguir siendo una joven promesa?

Vale, cualquier desavisado lector que se meta en esta página tiene derecho a hacerse su propia pregunta: ¿qué demonios le pasa a Achab hoy?

Sencillo, ayer después de aburrir a mi preparador contándole la teoría general de los actos de comercio fui a mi universidad a recoger mis títulos y me he dado cuenta de que después de dos años tengo lo mismo que cuando acabé: la esperanza de sacarme unas oposiciones. Voy camino de convertirme en la joven promesa más vieja de la historia de la humanidad.

2 comentarios:

Seshat dijo...

No eres el único.
Yo también soy una vieja joven promesa. Terminé la carrera con 21 años (diplomatura) y en unos meses conseguí trabajo y de lo mio.
Como primer trabajo estaba muy bien.
Ahora, casi ocho años después, ya no está tan bien. Y ya he perdido el brillo de joven promesa que me permitiría destacar ante otros candidatos en otros puestos...
Mi experiencia no sirve para animarte pero bueno, ya sabes, mal de muchos, consuelo de tontos.
No todo el mundo es capaz de tener el tesón que requiere prepararse unas oposiciones. Estoy segura que tú conseguiras sacarlas.
Mucho ánimo y besos

P.D. Es increíble como aprovecho los blogs de los demás para extender mis quejas y lamentos más allá de mi propio blog, lo mio es muy fuerte...lo siento

Achab dijo...

Por lo que estoy viendo este blog va a ir en la línea quejosa, la cual me ayuda a dejar escapar un poco de la presión que me origina la oposición. Así que tienes vía libre para quejarte en mi blog todo lo que quieras y más.

Por tanto, si mis lamentos te inspiran lamentos paralelos o transversales no te prives de aullar a coro.