miércoles, mayo 31, 2006

Del consenso

Mi madre, por adoptar el vocabulario que tanto le gusta a nuestro presidencial rapsoda, es una trabajadora por el consenso. Lo aclararé con un ejemplo.

Pongamos que haya que decidir qué comida hacer el domingo próximo. Mi madre podría invocar sus prerrogativas domésticas e imponer el plato de su elección; por ejemplo, un sano y refrescante gazpachito. Sin embargo, un acto tan unilateral y despótico traicionaría sus acrisolados ideales democráticos. Muy al contrario, ella busca el consenso previo:

- ¿Qué os apetecería comer el domingo?

- Pues no sé... ¿patatas al horno?

- Huy, poner el horno con este calor. Lo que digáis, ¿eh?, pero no me pega, no me pega...

- ¿Paella?

- Huy, paella... ¿os apetece de verdad paella?

- ¿Un solomillito?

- Luego a tu padre le subirá el colesterol.

- Esto... ¿un gazpachito?

- Qué buena idea, ¿cómo no se me habría ocurrido antes?

***********

Menos mal que es mujer de gustos tradicionales. El día que le dé por la cocina creativa podemos estar meses "trabajando el consenso". ¿Se imaginan ustedes cuántos intentos son necesarios antes de proponer "solomillos de avestruz del Serengueti sobre crujiente de rábano y textura de aguacate"?

Ni pensarlo quiero.

martes, mayo 30, 2006

De los libros veraniegos

Perlimpina me ha hecho depositario de una cadena cultural y lectora que por estos virtuales espacios serpentea.Mi labor es recomendarles tres lecturas gratas y socorridas para ilustrar el descanso o remediar el tedio que este verano les pueda corresponder.

Advierte además la endosante que en pleno estío no están las mentes para leer "Los hermanos Karamazov", novela que yo leí siendo agosto en una playa santanderina. Supongo que por motivos análogos se descarta la "Monadología" de Leibniz, por mucho que yo me la despachara tan pancho en un chiringuito playero, bochornoso y alicantino.

No obstante, me autoimpondré tres limitaciones: menos de quinientas páginas por libro, estilo sencillo y digerible y disponibilidad probable en sus librerías habituales.

Primera recomendación:

"El rumor del oleaje". Yukio Mishima. Sé que entre mis lectores hay quienes consideran a Mishima un engreído y sádico nipón obsesionado con el poder y la violencia. Bueno, pues tienen razón, pero en este libro no se le nota. Aquí nos presenta una historia de amor adolescente, sencilla e ingenua que, tomando por modelo la novela pastoril griega, transplanta la joi de vivre helénica a una minúscula y pobre islita del Japón. Maravilloso por su manejo de la elipsis, por las hábiles pinceladas descriptivas y por el candor primigéneo de la historia.


Segunda recomendación:

"El Esclavo". Isaac Baashevis Singer. "Qué mejor idioma para escribir de fantasmas que una lengua muerta", afirmaba el escritor en su yiddish materno. Esta historia sencilla de amor, pérdida y exilio no es una de sus obras mayores. Es, en cambio, una lectura amena, agradable y evocadora. Podrán, además, presumir de leer a un Premio Nóbel universalmente respetado, en la playa, bajo una sombrilla y sin riesgo de que les ardan las meninges.


Tercera y final:

"Cosmétique de l'ennemi". Amélie Nothomb. Supongo que la versión española se titulará "Cosmética del enemigo", pero no estoy seguro. Tiren de Google y despejen la duda si no se atreven con la versión original en francés.

Precisamente "original" es la palabra que mejor define esta brevísima novela. Tal vez sea también la originalidad su defecto principal. En más de un aspecto, una novela fallida; en cualquier caso, una lectura amena y sorprendente. Si van a coger un avión y guardan esqueletos en el armario absténganse de leerla, por su propio bien.

Ahora debería pasarle el siguiente eslabón a alguien. Tómelo la señorita Cattz (http://pararapapa.blogspot.com) si lo desea (no he tocado la ciencia ficción en su beneficio) o de lo contrario, muera la cadena aquí con todos los filisteos.

lunes, mayo 29, 2006

De los horarios

Tengo que darle un repaso rápido a Barrio Sésamo. Ya saben, aquel programa donde unos muñecos de trapo enseñaban a leer relojes, distinguir "cerca" de "lejos" y comer galletas.

Hoy me habían citado para cantar temas a las 18:00 en la Academia, me he presentado a las 8:00 p.m. y cerca he estado de comerme una galleta.

Me he librado porque los Registradores de la Propiedad son gente muy civilazada y poco dada a la violencia con sus pupilos. Incluso con aquellos que alternan sus estancias en Babia con viajes a la Luna.

domingo, mayo 28, 2006

De los parentescos divinos


Como cierto libro analfabeto de gran éxito y su delirante versión filmada han puesto de moda buscarle parentescos a Jesucristo, voy a aprovechar el tirón para colar uno de mis chascarrillos históricos, que, a fin de cuentas, algo tiene que ver con ello. Si hay suerte y me hago de oro, ya invitaré a hidromiel y jabalí relleno a mis amables lectores.

Sitúense en lo que hoy es Francia, pero hace mucho tiempo: en la más oscura y cerril alta Edad Media. No la Edad Media de las catedrales y los torneos. Mucho antes, cuando los castillos eran de madera, los reyes pequeños saqueadores armados hasta los dientes y sus señores borrachos y pendencieros amos de villorrios embarrados. Situense, les digo, allá por el siglo séptimo, octavo o así a manera.

Imaginen por allí a un miembro de la casa real franca, merovingios para los amigos, meditando con quién contraer matrimonio. Es menester buscar un emparejamiento conveniente. ¿La hija de un rey? No es bastante, él ya es pariente de todos los reyes que montan algo en aquellos tiempos de sangre, pillaje y lodo. Hay que buscar algo más, ¿pero qué? Por encima de los reyes sólo está Dios...

Entonces una idea se introduce en su mente, que ya acusa los efectos del abundante vino trasegado: el superará a todos sus nobles amigotes, el emparentará con Dios.

No se ha vuelto loco, sabe dónde encontrar a los parientes del Todopoderoso. El monje que le lee la Biblia los domingos se lo contó una vez. En Babilonia aún quedan judíos que no regresaron del exilio y su líder, el Exiliarca de Babilonia desciende por línea directa de los reyes de Judá. Es, por tanto, un primo lejano de Jesús. Es, por tanto, un primo lejano de Dios.

Evidentemente, no se va a casar con un viejo judío, por muy Exiliarca que sea, pero con suerte, el tipo tendrá alguna hija o sobrina casadera y no le hará ascos a emparentar con un noble señor de Occidente. En efecto, la idea complace al preboste hebreo, que adolece un superávit de hijas feas y un déficit considerable de buenos partidos.

Cuando llega la moza, basta con un bautismo apresurado, un poco de catequesis que la cristianice por encima (tampoco nuestro noble señor es un San Ambrosio redivivo), un matrimonio oficiado por aquel capellán de las historias sorprendentes y nuestro noble señor ya puede presumir ante sus compadres:

- ¿Sabes, que mi nueva esposa es sobrina del Rey de Austrasia?

- Cuán poca cosa, amigo Edelberto. La mía es prima de Dios.


Colofón:

Se lo crean o no, esta historia, que es cierta en sus tres cuartas partes, contiene una última sorpresa. Más tarde, los descendientes de este señor tan bien relacionado volverán a matrimoniar con los monarcas del lugar. Dada la afición de los reyes a casarse entre ellos, todas las cabezas coronadas de Europa llevan (cuernos aparte) algo de sangre de aquel original caballero y de su exótica mujer.

Por tanto, adoptando un punto de vista un tanto delirante y rocambolesco, todos los reyes de Europa son parientes de Dios.

Lejanos, eso sí.

sábado, mayo 27, 2006

Del primer mandamiento del sentimentalismo carnívoro

Restaurante, mesón o asimilado en derecho. El capitán y una gentil señorita se disponen a comenzar la pitanza.
.

-ooOoo-
.
Achab: Yo tomaré chuletitas de cordero.
.
Gentil señorita: ¡Te vas a comer a Norit!
.
Achab: No, qué va. Este es su primo que era mucho más feo.
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**********

Primer mandamiento del sentimentalismo carnívoro:
.
"No comerás animales achuchables."

viernes, mayo 26, 2006

De la autoflagelación


Quiero creer que mis amistades me aguantan porque saben que soy un niño puñetero y pinchaúvas pero carente de maldad; porque saben que, siendo educadísimo con enemigos y rivales, no puedo evitar colocar chinchetas de punta en los asientos de mis amigos y tirar de las coletas a las niñas que me gustan. De este modo confío que asuman resignados que recibir mis puyas y sufrir mis comentarios son pruebas de afecto, estima y confianza que jamás prodigaría a quien no tuviera por persona merecedora de los mayores elogios y parabienes.

Dicho esto, el magro recuento de mis amigos debería bastar para convencerme de lo equivocado de mi actitud y de la conveniencia de portarse como un ser civilizado, benéfico y cortés. Hoy, sin ir más lejos he podido comprobar que, incluso sin querer, soy sobradamente capaz de molestar considerablemente a una persona a quien tengo en el mayor de los aprecios; aprecio éste que no tiene mérito mayor que el reconocimiento de sus muchas, visibles y evidentes virtudes.

Por ello, y a modo de expiación, dirigiré mi artillería contra mí propio ser, refiriendo y comentando con saña feroz las tres frases más humillantes que, pronunciadas por bellas señoritas, han caído sobre éste su capitán. Ruego a Teo y demás deidades que la publicación de estas vergüenzas propias compense los daños causados por mi humor arisco, vitriólico, cafre y desconsiderado.

Manos a la obra, sea la deshonra sobre mí.

En el número tres:

- "La primera impresión que me causaste fue que eras un pedante, presumido, prepotente y prejuicioso".

No se ha escuchado en la lengua castellana una aliteración tan demoledora desde aquello de "no son hombres que son perros, perros crueles y rabiosos". Pero lo peor no es ese terrible rodar de lacerantes erres, lo peor es que acertó dos de cuatro (y no pienso decir cuáles).

En el número dos:

- "A mí me gustaría encontrar un chico que fuera todo lo contrario de Achab".

Quiero pensar que eso significaba bajito, regordete y rubio, pero me temo que no. Me temo que significaba lo que parece significar.

Por fin, en el número uno, indiscutible e insuperable:

- "¿Al cine? ¿Esta tarde? Prefiero hacer la colada."

¿Que por qué es insuperable?

Veamos, "tengo que hacer la colada" hubiera dolido. "Prefiero hacer la colada" es como para meter la cabeza en el horno y abrir el gas.

Mejor aún, es para meter la cabeza en la lavadora y conectar el centrifugado.

jueves, mayo 25, 2006

De la bolsa de Fortunatus

¿Han oído hablar ustedes de la "Bolsa de Fortunatus"? Supongo que no, Adalbert Von Chamisso no es una lectura demasiado popular desde hace más de un siglo. Pero descuiden, que yo se lo cuento.

La bolsa de marras es el precio que obtuvo Peter Schlemihl del demonio a cambio de su sombra, curiosa transacción que nos relata la más famosa novelita del señor Adalbert. La principal virtud de la talega es que de ella puede extraerse cualquier bien o riqueza que su dueño desee sin más tramite que introducir la mano y tirar. "Poca cosa una sombra", dirán ustedes. Pues lo mismo pensó don Peter y le fue fatal.

Claro, que esa es otra historia. Lo que importa hoy es descubrir al feliz poseedor actual de tan preciado artefacto, que por supuesto soy yo. ¿Creéis acaso que he vendido mi sombra o alguna de mis extremidades a algún diablejo con espíritu mercantil? ¡Quia, señores! Eso no se lleva desde que murió el último romántico alemán. Dejadme que os cuente cómo la conseguí.

Sabed pues que mi madre es un ser muy ordenado a quien la simple contemplación de una mesa revuelta le provoca insoportables angustias existenciales, un apilamiento de papeles, libros o discos le provoca mareos y mis anárquicos apuntes dudas sobre el recto gobierno del universo.

Sabed además que el amor por el orden no se ha transmitido a sus vástagos, los cuales generamos vagos simulacros del caos primigéneo a nuestro alrededor.

Sabed por último que mi madre, en su infinita sabiduría, ha encontrado un procedimiento que equilibra estas fuerzas opuestas: cuando el desorden de una mesa eleva sus sufrimientos más allá de lo tolerable, toma sus contenidos en brazos para depositarlos en la bolsa que a tal efecto guarda en un armario. De este modo, su espíritu se apacigua sin destruir ninguna posesión, creación o cogitación que pudiera tener valor para su descendencia.

La consecuencia lógica es que, de vez en cuando, conviene revisar la bolsa en busca de sus ocultas riquezas. Así, la última inspección me ha reposesionado de un difumino, una flauta, tres discos compactos, un pincel de pelo de marta, el borrador de dos cuentos, la partitura de un vals, un soneto burlesco de cosecha propia y los poemas completos del Conde de Villamediana.

Es como abrir los regalos de Navidad a finales de mayo.

miércoles, mayo 24, 2006

De la realidad y la ficción

Cuenta un viejo chismorreo operístico que, a principios del siglo pasado, un empresario italiano buscaba algún joven cantante para sustituir al barítono titular de su compañía en el papel de Yago, el malo malísimo del "Otello" verdiano. Tras escuchar a unos cuantos candidatos encontró uno que le satisfizo.

Recién firmado el contrato, el patrón aconsejó a su nuevo empleado:

- Tenga cuidado con el público.

- ¿Por qué? ¿Es muy exigente?

- No demasiado. Es que su personaje no cae simpático.

- ¿Lo abuchean?

- Eso es lo de menos. A su antecesor le dispararon con una escopeta desde un palco.

Ya lo ven. Hay gentes que se emocionan y les cuesta distinguir realidad de ficción. Pero bueno, lo del yaguicidio se entiende un poco: el personaje está soberbiamente trazado y la música de Verdi es bastante absorbente. Menos explicación tiene lo que presencié ayer con estos ojitos que se han de comer los anélidos. Salía yo de estudiar y para despejar la cabeza encendí la tele. "Craso error" me dirán ustedes. "Craso error", les confirmo yo. Unos individuos vociferantes discutían sobre "El Código da Vinci". En la parte inferior de la pantalla se sobreimpresionaban los mensajes que el paisanaje enviaba como aportación al debate. Mis ojos se quedaron como platos soperos cuando me topé con algo parecido a lo siguiente:

"PELI MUY BUENA Y VALIENT. YA ERA ORA DESQBRIR LA VERDAD. LA IGLESIA NOS A NGAÑADO DURANT SIGLOS. T KIERO J"

Menos mal que el tierno amante de J y enemigo encarnizado de la ortografía se fue a ver el código de marras y no los X-Men, que si no, lo mismo se nos marca un:

"PELI DNUNCIA SOCIAL ARRIESGADA. LOS MUTANTS DBEN SALIR A LA LUZ Y TNER ESTATUTO AUTONOMIA. ESTAS MUY BUEN@ J"

¿Era Flaubert el que decía que la ventaja de la realidad sobre la ficción es que no tiene por qué parecer creíble? Pues, fuera quien fuera, se equivocaba. Lo que necesita la ficción para gozar del aprecio de los crédulos es un presupuesto alto, un actor con premios y muchos efectos especiales.

martes, mayo 23, 2006

Alemán para disléxicos

Yo iba a hablar de otra cosa, pero me he encontrado esta joyita.



Con todos mis respetos para el señor Muzzy, que nos enseñó a decir "Hello!" a toda una generación, esa bandera no es la de Alemania. Lo mismo es la del Reino de los Belgas Tumbados o la del Imperio de los Prusianos con Ictericia. Pero de Alemania, lo que es de Alemania, no.

Y mira que la bandera es la parte fácil del teutón. Cuando se pongan a colocar diéresis les puede dar un mal.

Pues eso, "Auf wiedersehen!" o como demonios se escriba.

domingo, mayo 21, 2006

De turistas y otros bichos


Ayer, aprovechando mi escueto día de descanso semanal me llevé a Ricitos de Oro de excursión con objeto de añadir más piedras románicas a mi colección de polvorientas ermitas contempladas y admiradas. En esta ocasión le tocó a Sigüenza, burgo episcopal venido a menos y en general, tierra de promisión para el devorador de monumentos vetustos.

Pues bien, resulta que después de arrastrar a la pobre y urbanita dama de iglesia en iglesia y de pedrusco en pedrusco se me ocurrió que, saliendo del pueblo y poniendo un poco de campo en medio se obtendría una bonita vista del lugar. Con resignación, la pobre, se dispuso a seguirme.

Cuando consideré que la distancia era suficiente, me giré para contemplar la panorámica y observé que la estampa del pueblo se completaba armónicamente con una rubia señorita que corriendo veloz, buscaba amparo entre las murallas.

Yo, que estaba muy metido en mi papel medieval, pensé: "Tate, he aquí que el espíritu inquieto del obispo Bernardo de Agen ha vuelto con sus hombres a tomar por vez segunda la ciudad de Seguntia a los taimados agarenos que la ocupan." Pero, al comprobar que los espíritus andaban bastante sosegados, decidí dirigirme de vuelta al burgo e informarme del motivo de tanta alarma.

- ¿Me he perdido algo, niña?

- ¡Había bichos!

- ¿Bíchos?

- Muchos, y zumbaban.

Definitivo, o me busco compañía más aguerrida para estas excursiones o abandono el románico por la vanguardia feroz, que suele ser más urbanita, aséptica y desparasitada.

¿Conocen algún buen manual sobre arquitectura de vanguardia?

viernes, mayo 19, 2006

De los lemas electorales

Nuestros queridos amigos los políticos catalanes andan ahora un poco más peleados de lo que es costumbre. La causa es el lema que los socialistas del lugar han escogido para defender el voto afirmativo en el Referendum del Estatut.

Dicho lema viene a decir que "El PP utilizará tu no contra Catalunya" y la verdad es que muy elegante, muy elegante no es. Claro, que si uno busca elegancia tiene mejores sitios para buscarla que entre nuestros vociferantes, iletrados y excesivos profesionales de la política.

En cualquier caso, para evitar más peleas, las mentes pensantes de este barco (Starbuck y yo) hemos elaborado un lema que sirve igual para todos los partidos que han tocado, toquen o tocarán moqueta y sillón oficial:

"Votes sí o votes no, el 3% me lo llevo yo"

Ahora sólo queda que lo adopten todas las taifas parlamentarias y se acabaron las peleas. Por lo menos hasta que montemos una República de Ciudadanos Cabreados con Pérez-Reverte de Presidente. (*)

(*)Esta última idea es del señor García Amado (http://garciamado.blogspot.com/) cuya lectura frecuente les recomiendo para remediar el tedio propio y denunciar la estupidez ajena.

jueves, mayo 18, 2006

De la rima fácil


Según informaba ayer la edición digital de El Mundo, dos hermanitos mostoleños, hembra y varón, pasaron la noche gratis en los calabozos de la localidad por exhibir banderas tricolores y lanzar consignas en favor de la Tercera República durante la visita de la feliz parejita principesca a la antedicha localidad madrileña.

Bueno, esa es la versión de los denunciantes. La Policía afirma que los dos angelitos republicanos se peleaban con la gente y que mordieron a un guardia en la pierna. En tanto se aclara qué ocurrió en realidad, me abstendré de comentar la tendencia a sobreactuar de nuestras queridas fuerzas del orden, no sea que tengan razón y la parejita tuviera la mala costumbre de masticar canillas uniformadas. Lo que sí haré es comentar una de las declaraciones del detenido varón:

"Nos estaban identificando cuando llegó un antidisturbios hacia mí y me preguntó si era republicano. Yo le dije que sí y él me respondió 'Pues agárramela con la mano'. Entonces, me arreó un golpe en la cara que me tiró al suelo y me rompió las gafas".

Un talento lírico el antidisturbios de marras. Con razón las Repúblicas se nos dan tan mal en este país. Si es que no nos las tomamos en serio.

¿Se imaginan ustedes a los revolucionarios franceses de 1789 plantándose delante del Rey Luis XVI diciendo: "Nous voulons un État Republicain" para que éste se marcara un "Prennez-la avec la main"? Naturalmente que no. Porque llega a pasar eso y ni Revolución ni nada: el Tercer Estado aún estaría descojonádose, los burgueses se habrían vuelto a casa a comentarlo con la parienta, la Bastilla se habría quedado sin tomar y Robespierre se habría autoguillotinado en el Juego de Pelota.

A estas alturas, lo mismo reinaba en Francia Luis XXV. Y ése si que tiene fácil la rima.

miércoles, mayo 17, 2006

De las motivaciones del hombre

Enunciemos tres hechos dispares que nos ilustrarán sobre las motivaciones principales de nuestros humanos congéneres.

El primero nos lleva a Sao Paulo, Brasil. Allí los elementos encancerlados del hampa andan revueltos y amotinados. Para desistir de su violenta actitud piden que se les concendan tres peticiones:

- Que no se traslade a los jefes de sus bandas a prisiones de máxima seguridad;

- Que se elimine el límite de tiempo para los vis-a-vis; y

- Que les pongan televisiones nuevas para ver mejor el fútbol.

El segundo hecho nos lleva a las afueras de París. Concretamente a Saint-Dénis, localidad famosa por su espléndida abadía protogótica remozada por Violet le-Duc. Allí ha sido asaltado el ayuntamiento para hacerse con la más preciada de las posesiones del consistorio: unas entradas para la final de la Liga de Campeones, que, al parecer, se juega esta noche.

El tercero nos acerca aún más. Esta vez, situados en Barcelona, asistimos como un consjero de la Generalitat destituido devuelve en un arranque de dignidad todas las prebendas que recibió por razón de su cargo. No obstante y puesto que una cosa es la dignidad y otra el deporte, hay algo que no ha devuelto. ¿No lo adivinan? Las entradas para el partido de fútbol de esta noche.

Así que ya lo saben, si sus vidas no giran alrededor de una esfera de cuero de cochino, si en su mente hay más cosas que unos peloteros en calzones, si leen algo más que la prensa deportiva, es que ustedes son muy raros.

Es posible que sufran de una alteración en el córtex del cerebro, que hayan sido criados entre lobos, que sus progenitores les concibieran a la sombra de Chernóbil, o, más probablemente aún, que ni siquiera sean humanos. Si no se lo tratan con prontitud, la cosa irá a más y algún día se sorprenderán con horror leyendo a Schopenhauer.

Pero no se preocupen demasiado: "Del mundo como realidad y representación" es bastante divertido. Se lo digo yo que me lo he leído tres veces.

martes, mayo 16, 2006

De la inconsciencia y la hipocondria

En un capitán locuaz, navegante y bucanero como yo, el valor se presume. Mi inconsciencia se encarga, además, de refrendar tal suposición.

Son muchos los ejemplos de mi estupidez valerosa, pero las clases de gimnasia de mi adolescencia fueron, tal vez, el más cumplido de ellos. Dada mi innata falta de habilidad gimnástica resolví aplicar un arrojo extremado e inconsciente a modo de remedio. Toda mi actividad deportiva de aquellos días parecía impulsada por el siguiente e insalubre principio: "si a la primera ocasión no saltas el potro, toma en la segunda el doble de impulso". El resultado de tanto arrojo fue una clavícula que me hace eses y una vértebra ligeramente descolocada.

Pero así como me creo inmune a todo tipo de golpes, caídas y porrazos, cuando se trata de dolencias médicas me transmuto en una nena llorona y temblorosa. Tal vez sea por los pavorosos antecedentes coronario-vasculares de mi familia, pero el caso es que, si me sangra la nariz recelo la existencia de una terrible lesión cerebral, si es un oído temo haber perdido el tímpano; si, como es el caso hoy, lo que me sangra es la retambufa, sospecho que un cáncer maligno y feroz esté royendo mis intestinos.

De modo, que aquí estoy yo, pidiendo hora para el médico, meditando la conveniencia de otorgar testamento ológrafo y poniéndole una vela a Teo con la humilde solicitud de que la cosa quede en que las mismas arterias que a mi padre se le cierran en el corazón a mi se me revienten en el culo.

domingo, mayo 14, 2006

De las sardinillas

Me acabo de cenar una lata de sardinillas en aceite. En el envase, además de la marca y la fecha de caducidad, se añadía una indicación cuando menos particular:

"Con sabor a Galicia"

Pues sepan ustedes que a Galicia le iría bien un toquecito extra de guindilla. Ahora que se van a marcar un Estatuto nuevo esperemos que no se les olvide ponerla. Un servidor de ustedes se lo agradecerá.

sábado, mayo 13, 2006

De los peligros del viaje

¿Qué tienen en común el primer antropopiteco que se bajó del árbol, el vigía colombino que avistó América y el astronauta que por primera vez pisó la luna?

Muy sencillo, ninguno era de mi pueblo.

Nada tiene de raro. El amor por el viaje y la exploración no se fomenta mucho por aquellos lares. Cuando era pequeño y jugaba con mi hermano entre los sembrados, mi abuela siempre decía:

- ¡No os alejéis mucho, que hay pozos!

Sería una preocupación legítima si no fuera por que se trataba de trigales de secano que no habían visto un pozo desde los tiempos del Miramamolín. Además y a juzgar por la expresión de horror de su cara, dichos pozos hipotéticos debían de comunicar con un universo paralelo saturado de aberrantes criaturas asesinas cuya sola contemplación bastaría para conducir a un hombre a la locura.

No exagere, Capitán, a los niños siempre se les sobreprotege - diréis.

Pues no, cándidas criaturas, éste es un fenómeno inherente a la naturaleza de mis paisanos que en nada depende de la edad de nadie. Tú coge a uno de ellos, cuéntale tus planes de vacaciones y te soltará:

-¡Que no te pase "ná"!

Y eso que yo veraneo en lugares tan peligrosos y amenazantes como Lugo, Asturias o Santander, donde, dicho sea de paso, los mayores peligros existentes son ser lamido por una vaca cariñosa o que un cangrejo desaprensivo se encapriche del dedo gordo de tu pie

viernes, mayo 12, 2006

Feliz Feliz en mi día

Todos a coro que la música es bien conocida.

A la de una...
.'.'.'.'.'.'.'.'.'.'.'.'.'.''.'.a la de dos...
.'.'.'.'.'.'..'.'.'.'.'.'.'.'..'.'.'.'.'.'..'.'.'.'.'.'.'.'.''.y a la de tres:


¡Feliz, feliz en tu día,
*
estudiando para notarías
*
Civil, Mercantil, Procesal
*
y Derecho Registral!



jueves, mayo 11, 2006

Del mal oído del buen castellano

El buen oído nunca ha sido virtud difundida entre la castellana grey. Dicho de otro modo, si Mozart hubiera nacido en Burgos y no en Salzburgo hubiera acabado en la tuna de Farmacia rascando con cucharillas una botella vacía de anís del mono.

Hay ejemplos históricos que avalan esta cruel aseveración:

- A principios del siglo XIII, el morerío local nombró a un tal Muhammad Emir-al-Mumminin, que era algo así como Comendador de los Creyentes, Presidente de la Morisma y Ayatollah de Cabecera. La cosa llegó a oídos sus enemigos castellanos, los cuales entendieron que a un tal Mohama le habían nombrado Miramamolín. Con semejante humillación a cuestas no es de extrañar que el hombre fuera aniquilado en las Navas de Tolosa. ¿Quién puede tener ganas de batalla sabiendo que la historia te recordará como "El Miramolín"?

- En pleno XVI, al otro lado del charco atlántico, nuestros belicosos antecesores llegaron a una floreciente ciudad mexica. Su oído no era mejor que el de sus antepasados pero sí su crianza y buenas formas. Por ello, en lugar de rebautizar a la ciudad con el santo del día, decidieron preguntar a los lugareños cómo se llamaba aquel lugar tan mono, con sus pirámides, altares para sacrificios humanos y demás mobiliario local. Los lugareños, muy complacientes, les informaron que aquel lugar se llamaba Cuauhnáhuac de toda la vida de Dios. El conquistador agradeció cortés la información. Desde entonces la ciudad arrastra la cruz de llamarse Cuernavaca y cuernavaqueños o cuernavaquenses son las sufridas gentes que la habitan.

- A principios del XVIII, John Churchill, duque de Marlborough anduvo por castellanas tierras dirimiendo a sablazos los conflictos sucesorios carpetovetónicos. La gente debió guardar intenso recuerdo de él, pues fue incluido en las más típicas canciones populares. Sin embargo, hay quien afirma que cada vez que alguien canta "Mambrú (sic) se fue a la guerra", su fantasma se tira de los pelos por debajo de la sábana.

Caben más ejemplos, pero serían ociosos. Si de verdad quieren saber a qué abismos de sordera y disonancia se puede entregar el oído castellano acudan a una misa de bautismo en mi pueblo. Una que incluya párroco desgañitado, coro de ancianas exaltadas y contrapunto de lugareños musitantes.

He sopesado la idea de grabarlo y venderlo como ópera folk-rock-dodecafónica, pero mucho me temo que el mundo aún no está preparado para tanta genialidad espontánea.

miércoles, mayo 10, 2006

Bocados de realidad

Fragmento de una conversación escuchada por Starbuck al concluir una boda:

- ¿Se molestaron los novios porque irrumpiéramos en su suite?

- No, lo que les molestó es que alguien vomitara en el jacuzzi.

************

Para que luego digan que la soltería ad perpetuam no es una opción digna de tenerse en cuenta.

martes, mayo 09, 2006

De la Santa Alianza


Leo hoy en El Mundo, edición impresa:

"Durante siglos, aventureros y arqueólogos -incluido el cinematográfico Indiana Jones- han puesto todo su empeño en encontrar el tesoro más sagrado de la Biblia: el Arca de la Santa Alianza."

Veamos, sé que lo de la Santa Alianza suena muy bien. Yo entiendo que se ponga uno a redactar sinopsis de documentales de oído y se le cuele el adjetivo. Pero distingamos:

- la alianza, en minúscula, es un arito de metal que se pone la gente en el dedo para proclamar su estado civil a quienes no se lo habíamos preguntado;

- la Alianza, con mayúscula, es el pacto que hizo Abraham con Yahvé. La idea era que los descendientes del primero adoraran al segundo y este les entregaría una tierra que manara leche y miel. Los descendientes de don Abraham pasaban de adorar a Yahvé la mayor parte de las veces. Tal vez por eso, en Palestina abundan más las leches que la miel.

- la Santa Alianza es el chiringuito que se montaron las cabezas coronadas de Europa después de deshacerse de Napoleón con objeto de mantenerse en el machito el mayor tiempo posible.

Así pues, el Arca de la Santa Alianza o bien es el baúl donde el Zar Alejandro de Rusia dejaba las calzas después de plancharlas, o, si no, el cajón donde Metternich guardaba la peluca de conspirar. Sea lo que sea yo juraría que en la Biblia no sale.

Claro, que el Deuteronomio no me lo he leído entero.

lunes, mayo 08, 2006

De la conversación absurda

Esto de las conversaciones absurdas después de cantar empieza a convertirse en costumbre, pero se trata de una fuente inagotable de anécdotas. El ejemplo de hoy es el siguiente:

Rubita de inocente aspecto: Achab, un día de estos te vas a cambiar de acera y me voy a partir el culo.

Achab de agreste e hirsuto aspecto:
Si algún día me cambio de acera tenga por seguro que a alguien le van a partir el culo, pero no será a usted.

Lo que no consigo recordar es qué dije yo para provocar el comentario de la señorita.

Lo que sí queda muy claro es por qué tengo tan pocos amigos.

sábado, mayo 06, 2006

Teorema del paraguas


Una de las muchas leyes que la sabiduría popular atribuye a Murphy, el despeñador de tostadas, afirma que, si al ver el cielo encapotado, coges el paraguas no lloverá; pero que, si movido por una estúpida confianza en tu suerte, lo dejas en casa, tu ciudad compartirá el destino de la Atlántida.

Yo añado el siguiente corolario:

"Si coges el dichoso paraguas, no sólo no lloverá sino que lo olvidarás en una esquina del bar o restaurante al que vayas. Posteriormente, una sutil llovizna te lo recuerdará y deberás desandar un par de kilómetros de mojadas calles madrileñas para recuperarlo."

Tan seguro estoy de la verdad de este aserto como si la situación descrita me hubiera pasado anoche.

viernes, mayo 05, 2006

De la consistencia del análisis estadístico

¿Han oído alguna vez ese refrán que afirma que Dios los cría y ellos se juntan? Pues es cierto. Yo soy un tipo raro dado a extrañísimas masturbaciones mentales. Mis amigos, los dos o tres que me quedan, también. El otro día, uno de ellos batió todas las marcas.

Presentémoslo. Le llamaré Fleischmann, pues se parece vagamente al protagonista de "Doctor en Alaska". Fuimos compañeros de carrera y siempre hemos congeniado bastante bien. Después, encontró trabajo en una plantación de esclavos y se ligó a una exuberante moza valenciana que le saca media cabeza y unos diez centímetros de pata. Ambos hechos han motivado que últimamente sea bastante difícil saber de él.

Sin embargo, el otro día me llamó. Iluso de mí, pensé que desearía informarme de sus andanzas más recientes. Pero no. La conversación fue tal que así:

- Hombre Achab, tengo algo importante que contarte.

- Cuenta, cuenta. (¿Habrá descambiado a la valenciana por una llama andina?)

- ¿Te acuerdas de los exámenes de estadística de la carrera?

- Bueno, sí. ¿Qué pasa con ellos?

- ¡Que no son estadísticamente consistentes! El profesor selecciona las preguntas según sus prejuicios personales y no mediante un procedimiento aleatorio estandarizado.

- ¿Algo más?

- No, nada.

Tal nivel de delirio vespertino me preocupó considerablemnete. Decidí llamar a otro compañero de carrera para comentarle la jugada.

- Hola, J.L.

- Hombre, Achab, ¿qué te cuentas?

- Pues verás, me ha llamado Fleischmann y...

- ¿Te ha contado lo del muestreo? Anda que no tiene razón.


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Definitivo, compro amigos cuerdos. Precios negociables.

jueves, mayo 04, 2006

El juicio de Zacarías


Ayer, en Nueva York, condenaron a cadena perpetua al tipo de la foto, Zacarías Moussaoui, por su participación en los atentados de las Torres Gemelas. Pero el protagonista de este post no es el tal Zacarías sino su abogado defensor. Se lo crean o no esta sentencia ha sido un triunfo para él. Un triunfo muy merecido, añado yo.

Cuando comenzó el juicio, el abogado trató de convencer al jurado de la inocencia de su defendido. Cuestionó las pruebas presentadas, contrargumentó los alegatos del fiscal y se defendió como mejor pudo hasta que Zacarías pidió la palabra.

El bueno de Zacarías aprovechó que el juez accedió a su petición para informar a los concurrentes de que su abogado estaba en un error. Afirmó haber participado en la preparación de los atentados y aseveró lamentar profundamente no haber podido participar en la ejecución ya que disfrutaba enormemente con la muerte de cualquier americano.

El pobre abogado tuvo que cambiar su alegato. Visto que su defendido no cooperaba mucho a ser declarado inocente, decidió argumentar que el señor Moussaoui estaba como una regadera. Sin embargo, el angelito volvió a pedir la palabra.

En esta ocasión comunicó que estaba perfectamente cuerdo, que su abogado no le representaba, que odiaba a todos los presentes y que les deseaba una muerte lenta y dolorosa que desearía compartieran con sus familiares, amigos y mascotas.

Cualquier otro abogado se hubiera hecho el hara-kiri con la estilográfica. Pero éste era un hombre de recursos y aprovechó su discurso final para darle un nuevo enfoque a la defensa. Erguido frente a los jurados, les contó más o menos lo siguiente:

- Mi defendido es un asesino. Está perfectamente cuerdo y nos odia. A todos. Es tal vez el peor ser humano que anda por el planeta. Por eso les pido que no accedan a la petición del fiscal y lo condenen a muerte. No merece tan buen trato. Merece una larga vida de sufrimiento y dolor en una prisión de máxima seguridad.

Se lo crean o no, el jurado ha hecho caso al avispado defensor. Lo que les decía: un héroe del turno de oficio.

miércoles, mayo 03, 2006

Gemelos funcionales

Es frecuente que adultos malintencionados pregunten a los niños pequeños:

- ¿Tú a quién quieres más? ¿A papá o a mamá?

Afortunadamente, al no incluir más opciones en la malhadada pregunta, podía responder con el esperado "a los dos" sin faltar a mi, por entonces, quisquillosa conciencia. Si me hubieran dejado el campo libre, hubiera respondido:

- A mi hermanito Starbuck.

Starbuck se pasó la infancia peleándose conmigo, fastidiándome e incordiándome de todas las maneras que su creativa mente le sugería. Pese a ello, o tal vez por ello, yo siempre he adorado y admirado a mi hermano mayor. Algo debe de haber de recíproco en ello, pues siempre hemos obrado como gemelos funcionales, ignorando el año y medio que nos separa. Hubo incluso un tiempo en que la gente nos confundía; inconveniente que solucioné creciendo desaforadamente y sacándole una cabeza.

Los hermanos gemelos, los de verdad, son seres sorprendentes. Hay quien sostiene que a veces piensan lo mismo simultáneamente, que, en ocasiones, sienten cuándo el otro sufre una desgracia o una fuerte alegría, que se enamoran de mujeres parecidas y se afilian a la vez y sin consultarse al club de filatélicos de Nuevo Toledo, Ohio.

Los gemelos funcionales no padecemos tales singularidades. De este modo, Starbuck y yo, todavía podemos ocultarnos nuestras actividades y sentimientos y así engañarnos recíprocamente como a chinos mandarines.

De hecho, mi hermanito ha conseguido ocultarme durante meses los preparativos de su boda (con Lady Starbuck, claro está). Todo para darse el gustazo de decirlo de sopetón, con fecha fija y banquete apalabrado.

No sé si alegrarme por él (que me alegro) o entristecerme porque se vaya de casa (que me entristezco). Lo que si sé es que el día de la ceremonia voy a tener una reacción alérgica terrible a los gamusinos migratorios del Japón que me obligará a llorar a moco tendido.

Pero será por los dichosos gamusinos, que un hombre de verdad no llora en la boda de su hermano; por mucho que lo quiera.

lunes, mayo 01, 2006

Testamentos

Cuando mi madre se va de viaje y deja la casa a mi cuidado invariablemente pregunta: ¿dejo un testamento?

No se trata de lo que ustedes creen. Mi madre no teme morir en alguna desgraciada colisión. Está demasiado segura de que sobrevivirá lo suficiente como para que sus hijos la abandonen en un asilo siniestro -cosá que no ocurrirá, piense lo que piense. Los mencionados testamentos son unas largas anotaciones que deja pegadas en la puerta del frigorífico. Si tiene el día locuaz, detallará las viandas que hay en el frigorífico, el orden en que deben ser ingeridas, los lugares donde se pueden comprar alimentos complementarios, las obligaciones de higiene básicas que debo cumplir y mil y un detalles que sólo la mente de una madre puede prever.

La verdad, no entiendo tal desconfianza. Nunca he roto nada mayor que una cama (defecto de fábrica) ni he dejado de fregar más de 6 días seguidos...

- Achab, ¿quieres que te deje un testamento?

- Detallado, mamá, muy detallado.