martes, marzo 27, 2007

De literatura y buenos sentimientos

El parisino François Villon, nacido en 1431, fue uno de los más inspirados poetas de su tiempo. Se conoce que lo de hacer versos, por bien que se le diera, no le bastaba para rellenar ni el estómago ni los ratos libres, así que monsieur François combinaba la versificación con el robo, el proxenetismo, las reyertas callejeras y algún que otro homicidio ocasional. En una de estas, allá por el año 1462, las autoridades del lugar concluyeron que mantener vivo a un poeta de mérito no compensaba tanta infracción legal y lo condenaron a morir ahorcado.

El bueno de François no debió ver muy claro que aquella fuera la solución más conveniente y, contra el consejo de su carcelero - "mire usted, señor don Francisco, conociéndole como le conozco de anteriores estancias en este calabozo, suerte tiene de que sólo vayan a colgarlo"- apeló. El recurso salió bien, el poeta lo festejó en verso -"Que vous semble de mon appel, Garnier ? Fis-je sens ou folie ?" (1)- y salió por patas de París para nunca más volver.

El dramaturgo inglés Christopher Marlowe tal vez sería, de no haber nacido Shakespeare, el más talentoso escritor de la escena renacentista inglesa. Pero en lo que nadie podría hacerle sombra a este caballero es en la competición por tener la vida más sórdida del panorama literario anglosajón. Con una sexualidad a medio camino entre lo excesivo y lo patológico, un más que probable empleo de espía a tiempo parcial, la vida de Marlowe, traidor por diversión y dinero, pendenciero, ateo, bebedor, homosexual, pederasta -"all they that love not tobacco and boys are fools"(2)- y sádico, fue tan exuberante, fascinante y oscura como sus mejores tragedias. Eso sí, fue considerablemente breve. Unas cuantas puñaladas le pusieron fin el 30 de mayo de 1593. Marlowe acababa de cumplir 29 años.

Cuando el poeta francés Arthur Rimbaud (1854-1891) se aburrió de escribir versos eligió el tráfico de armas y esclavos como alternativa laboral. Sus compatriotas Luis-Ferdinand Céline (1894-1961) y Lucien Rebatet (1903-1972) fueron, además de excelentes literatos, rendidos admiradores del nacionalsocialismo alemán y notorios colaboracionistas durante la ocupación de su país. El norteamericano Ernest Hemingway (1899-1961) presumía, por su parte, de haber matado a sangre fría a prisioneros desarmados durante la Segunda Guerra Mundial. A modo de justificación o balandronada, el entusiasta matador de animales y humanos añadía "ninguna caza es tan apasionante como la caza del hombre".

Ya ven ustedes que la buena literatura anda plagada de sentimientos caritativos, piadosas intenciones y actos meritorios. De ahí que no me escandalice mucho porque Almudena Grandes, (1960-?) diga en el acto de presentación de su última novela que, cada mañana, fusilaría de buen grado a un par de tipos cuyas voces le desagradan.


Admito que, con dos ejecutados por desayuno, da para muchos muertos (así a bote pronto, de seguir sus impulsos, llegaría a los 10.000 cadáveres antes de jubilarse), pero, comoquiera que la moza deja dichas ejecuciones en hipótesis y no se anima a cargar la escopeta, mucho me temo que aún le queda largo trecho para aproximarse a la bajeza moral y afición criminal de los antedichos escritores.

De todos modos, doña Almudena, no se aflija, que no es necesario esforzarse en acortar tales distancias. Con recortar el trecho que en talento le sacan ya tiene usted tarea para rato.

Además que, si lo logra, ya verá qué contenta y satisfecha se levanta cada mañana. Lo mismo se le quitan las ganas de apiolar maromos y todo.

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(1) "¿Qué te parece mi apelación, Garnier? ¿Fue sensatez o locura?"

(2) "Aquellos que no gusten del tabaco y los muchachos están locos"

8 comentarios:

Anónimo dijo...

No la ha entendido usted, caramba, ella los fusilaría... y se los comería para desayunar, fijo!

suri kata dijo...

Pues yo creía que ésta era de izquierdas...

Anónimo dijo...

tú sin embargo sí que eres piadoso...pero lo de 1960 no cuela.
Las brujillas suelen tener más de un siglo, que es la edad exigida para volar en escoba.
muak

Tamaruca dijo...

Si hubiera dicho "Que les corten la cabeza" nos habríamos acordado de la Reina de corazones en Alicia en el País de las Maravillas y se podrían haber evitado ciertas connotaciones ligadas a nuestra más negra historia. No obstante, ¿tan poco talentosa la encuentras? ¿No te gusta ningún trabajo suyo?

Respecto a los anteriores personajes, es mejor que me abstenga de opinar. Sobre todo del tal Marlowe.

¡Un besico, Capitán!

Blanco Humano dijo...

Pues el genio de Marlowe era tal que fue él quien escribió todas las obras de Shakespeare. Al menos hasta su muerte. Luego siguió... Bacon, creo.

O al menos eso es lo que se dice.

Y si lo de las voces que le desagradan lo dice por King Africa, yo puedo aparcar mis principios un rato y sumarme a la iniciativa.

Davy Jones dijo...

Hombre, Capitán, no sea exagerado...¿Me va a comparar a Villon, Marlowe, y Rimbaud con la pobre Almudena Grandes?

Al menos ellos escribían bien...

Achab dijo...

Gin:

Las hambres, que son muy malas.

Suri Kata:

Es que iban a ser fusilamientos progresistas (en los que el muerto se cae hacia adelante).

Criaturilla:

Bueno, eso dice ella, al menos.

Tamaruca:

Tiene más talento de la media, lo que en nuestro panorama literario actual tampoco es como para tirar cohetes.

En cuanto a Marlowe, mejor no acercarse mucho (aunque de todos modos no eres su tipo).

Blanco Humano:

Yo soy partidario de una teoría revolucionaria: las obras de William Shakespeare las escribió William Shakespeare.

Ahora bien, vete tú a saber quién coño era ese señor.

Davgard:

Bueno, a lo mejor se parece más a Rabatet... que también escribía mejor.

Zagloso dijo...

Normal, está con un poeta de nínfulas, lunes y barras como García Montero. Eso debe dar unas ganas de matar terribles.

Claro que por otra parte, García Montero debe tener unas ganas de suicidarse horrorosas...