martes, septiembre 23, 2008

Dios ha muerto y en El País es portada

-"God is dead," Nick said. "They found his carcass in 2019. Floating out in space near Alpha."

-"They found the remains of an organism advanced several thousand times over what we are," Charley said. "And it evidently could create habitable worlds and populatethem with living organisms, derived from itself. But that doesn't prove it was God." (*)
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Philip K Dick "Our Friends from Frolix 8"

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Cada cual tiene sus obsesiones personales. La de Nikita Sergéyevich Jruschov, secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, consistía en probarle al mundo la inexistencia de Dios. Cuando el cosmonauta Yuri Gagarin regresó del espacio, Nikita Sergéyevich aprovechó para meter baza:
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- "Gagarin estuvo en el cielo y por allí no estaba Dios".
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Tan ancho que se quedó el camarada.
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En El País no tienen presupuesto para mandar redactores a la estratosfera. Incapaces, por tanto, de dar con el paradero del Todopoderoso se conforman con rastrear a sus perversos seguidores. Por de pronto, han descubierto que el futuro presidente del Consejo General del Poder Judicial tiene la desfachatez de creer en Dios. Noticia tan relevante les ha ocupado media portada.
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Lástima que no hayan conseguido una foto de la primera comunión del magistrado. El escándalo hubiera sido colosal.
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(*) -"Dios ha muerto -dijo Nick-. Encontraron su cadáver en 2019 flotando en las inmediaciones de Alpha [Centauri].

- "Encontraron los restos de un organismo miles de veces más avanzado que nosotros -replicó Charlie-. Era evidente que podía crear mundos habitables y poblarlos con criaturas vivientes derivadas de sí mismo. Pero eso no prueba que se tratara de Dios."

12 comentarios:

Sleeping Woman dijo...

Lo único que sé seguro es que allá arriba tienen una caca de antena para móviles porque siempre que le llamo me dice que está apagado o fuera de cobertura...

Salu2

Alfor dijo...

Vir, a lo mejor es que su móvil no es el adecuado. Pásese a la tarifa plana :D.

Tamaruca dijo...

Si alguien publicase mi foto de comunión, entonces sí que encontrarían restos de su organismo flotando en las inmediaciones de Alpha Centauri.

Céfiro dijo...

Yo no confiaría en tener un proceso justo y objetivo si el juez es un tipo con "fuertes creencias religiosas". Miedo me da.

Salud.

Anónimo dijo...

Qué destreza tienen los periodistas para encontrar la primicia!
"Magistrado muy religioso liderando la Audiencia Nacional", ¿acaso es un aviso indirecto del peligro de contagio?

Anónimo dijo...

No es relevante que sea o no religioso, pero a mí sí que me sorprende que no coloque a un Presidente de JpD.

suri kata dijo...

Pues si la portada le sorprendió, no se pierda el editorial de hoy: Propuesta arriesgada. Vamos, que no fue una ocurrencia del becario para rellenar portada.

Lo verdaderamente relevante, Emeigiei, es que sea el ejecutivo el que coloque a los jueces y que éstos ya sepan a quién tienen que votar como presidente del CGPJ.

Y respecto al asunto de las creencias de un juez o la marca de papel higiénico que usa, tan importante es la separación de poderes como no mezclar lo público con lo privado.

Esther Hhhh dijo...

La verdad es que para Nick y Charlie, eso de encontrar los restos posibles de Dios y descubrir que quizá hubiera muerto, debió ser (o deberá ser, mejor dicho, teniendo en cuenta las fechas) todo un shock moral... Claro, que habría que aclarar cual de todos es ¿no?

Besitossssssss

Anónimo dijo...

Bien, tiene razón Suri Kata, lo sorprendente es la forma de designación. Si le interesa: Geógrafo Subjetivo
Saludos.

Anónimo dijo...

Escribe hoy Santiago González en El Mundo:

Justicia, ajo y preocupaciones religiosas

Y sucedió que los veinte hombres y mujeres justos y justas designados y designadas para el gobierno de los jueces por los dos principales partidos y partidas (huy, perdón, con lo bien que cuadraba aquí) y sus cómplices nacionalistas, que habían colocado su testaferro y su testaferra en el Consejo, se enteraron de la buena nueva por la prensa.

Y la nueva no era otra que, antes incluso de haber recibido las pertinentes órdenes, ya sabían a quién debían votar como presidente y vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial. El presidente del Gobierno lo había pactado con el líder de la oposición hacía dos meses. Si éste fuera un país normal se habría oído un revuelo de togas incómodas ante un hecho extraordinario: el presidente del Poder Ejecutivo les comunicaba a través de los medios quienes eran las personas que iban a presidir el órgano encargado de defender la independencia de los jueces. Admirable, aunque lógico. Después de todo, ellos, los veinte integrantes del órgano citado, habían sido designados de idéntica manera.

Hay más hechos extraordinarios, aunque el discurrir del tiempo va encarrilándolos por la vía de la costumbre. Un suponer, ayer quedó mucho más normal de lo que hubiera resultado hace cuatro años que el portavoz del PSOE en el Congreso reúna a los vocales de cuota del partido en la sede del mismo, en Ferraz. ¿Para qué? Se preguntarán ustedes. Para apaciguar los ánimos, impartirles instrucciones o leerles la cartilla, según.

Parece que “el paquete pactado entre Zapatero y Rajoy” no ha gustado a los vocales progresistas, que no se han planteado si su designación gustó a la mitad larga de la carrera judicial que no se siente representada por las asociaciones profesionales afines a los dos partidos. No debió gustarles por pactada en instancias extrajudiciales, pero su único reparo es que los designados no son progresistas, que ni siquiera lo es uno de los dos y que el nuevo presidente del Supremo y del CGPJ tiene tacha: sus creencias religiosas.

Las creencias (o su falta de ellas) deberían pertenecer al ámbito de lo privado. Su mezcla con los asuntos públicos es perversión incompatible con la democracia. Cuando lo público invade la esfera de lo privado, se incuba el totalitarismo. Cuando es lo privado quien se adueña de lo público es cuando nace la corrupción.

Con todo, el laicismo no es un inquisidor ciego: las creencias religiosas, asuntos que descalifican por sí mismos a los cargos públicos de la derecha, son apenas un rasgo de carácter en los de la izquierda. El 9 de julio de 2007 nos enteramos de que el presidente del Gobierno, que practica con tanto desparpajo la permeabilidad entre poderes, había ofrecido a José Bono la presidencia del Congreso de los Diputados para la presente legislatura. Faltaban ocho meses exactos para las elecciones. No hubo conato alguno de rebelión en el grupo parlamentario socialista por tan evidente injerencia, y tan extemporánea, en el gobierno del órgano parlamentario. Tampoco hubo un amago de solidaridad con un presidente tan solvente como Manuel Marín, a quien se le movió la silla de manera absolutamente indecorosa. En aquella ocasión, tampoco hubo la menor incomodidad por las acendradas creencias religiosas de José Bono, aunque él las exhibe de manera mucho más jacarandosa que el discreto Carlos Dívar.

El gran Julio Camba dejó escrito que la cocina española está demasiado influida por el ajo y las preocupaciones religiosas. Pues de la Justicia, mejor no hablamos.
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Anónimo dijo...

Va a ser eso, Alfor, va a ser eso... :)

Achab dijo...

Vir, Alfor:

Con Él, como con Papá Noel, ha funcionado siempre mejor el correo ordinario. En el fondo es un clasicón.

Tam:

Con la pinta de niñita rubita buena que deberías de tener...

Céfiro, Suri:

En el fondo como si es del Atleti. Salvo que te juzguen por violar sacerdotes en un confesionario...

Emeigiei:

Será a cambio de algo, ya nos enteraremos.

Koala:

Temen que se meta a numerario y les deje tirados.

Esther:

Yo diría que era Brahma. Siempre me pareció un flojucho.

Afueraparte:

Sin ajo seríamos igual de incompetentes, pero menos autóctonos.