domingo, septiembre 18, 2011

Ponte



Los copilotos se aburren. Es una de las realidades universales de la conducción. El remedio más popular contra el tedio consiste en ir leyendo cada letrero que se pone a la vista del amodorrado acompañante:

"- Igrexa, s. XIV.

- Bueno...


- Casa rectoral, s. XVIII.

-Vale...

-Ponte romana.

- ¡Ave César!"

Y así va pasando la vida en el coche del Capitán Achab.

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